Las artes escénicas o el teatro
es una expresión cultural que nunca debe perderse en el Perú y en cualquier
país del mundo. Los motivos principales son los siguientes: Consolidar, exhibir
y dar a conocer las costumbres, tradiciones y cultura de cada país a través de
representaciones teatrales en sus distintos géneros. A pesar que el teatro en Perú tuvo
que sufrir diversas dificultades para consolidarse, ha logrado surgir y
evolucionar a través de los años, llamando la atención de todas las
generaciones hasta el día de hoy. En la época prehispánica con representaciones
religiosas, durante el Virreinato con el costumbrismo haciendo crítica al
ambiente colonial, y luego en la República escenificando los valores locales.
En el Perú, el teatro tomó forma
con las artes escénicas quechua y su influencia durante la conquista y la
República. Los incas marcaron un hito representando sus creencias religiosas y
culturales. En ese marco, surgió la primera obra teatral del Perú, que se
tituló ´Ollantay´. Basada en una leyenda incaica, no se representó hasta el
siglo XVIII, siendo considerada un drama colonial. Ollantay narra la historia
de un reconocido guerrero del imperio incaico que se enamora de la hija del
Inca Pachacútec. Las leyes incaicas prohibían la unión de un miembro de la
nobleza con alguien del pueblo, el Inca al enterarse ordena su separación y los
castiga, originando la rebelión de Ollantay. La obra culmina con un final
feliz, cuando Túpac Yupanqui, inca que asume el mando tras la muerte de
Pachacútec, da la aprobación a dicho amor.
Durante el siglo XIX destacaron
exponentes como Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Ascencio Segura, precursores de
la comedia costumbrista, la cual retrata las costumbres típicas de la sociedad
limeña de esos tiempos. La obra más conocida de Segura es “Ña Catita”.
En la primera mitad del siglo XX se
crean distintas escuelas y salas de teatro como el Teatro de Arte de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (TUSM) y la Escuela de Teatro de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (TUC).
Entre las décadas de 1960 y 1990,
surgen acontecimientos importantes para el país y el mundo que hacen que el
teatro en el Perú evolucione y cambie constantemente de temática social. Entre
1960 y 1970, influencias teatrales como Bertolt Brecht (reflexión para el
cambio social) y Jerzy Grotowski (retorno al estilo ritual incorporando las raíces
culturales peruanas) se hicieron notar. Por otro lado, en las décadas de 1980 y
1990, las crisis económicas y políticas desencadenaron en una reducción de
producción teatral.
Sin embargo, en los últimos años
el teatro peruano ha resurgido gracias al talento de actores contemporáneos.
Hoy en día es una necesidad cultural, lo cual se ve reflejado con el éxito de
asistencia en la presentación de adaptaciones u obras peruanas originales en
las distintas tablas del Perú.
Cabe indicar también que el
crecimiento del teatro ha ido acompañado de la incorporación de nuevas
influencias, las mismas que son enseñadas en escuelas de teatro y en algunos
colegios nacionales y particulares.
Convivir con artes escénicas, que
implican el dominio de formas artísticas como la música, la danza y la
escenografía, permiten que desde temprana edad las personas adquieran una
esencia de cultura teatral. Sentarse en un teatro y apreciar una obra de
calidad, ver teatro de la calle, ser testigo de obras escolares o participar en
festividades acompañadas de actividades artísticas siempre serán experiencias
culturales enriquecedoras.
Hay que destacar que, sobre todo,
y a pesar de todo, el espectáculo está garantizado para los asistentes de una
obra de teatro, ya que siempre, ¡la función debe continuar!
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